Me encantan los calabacines, pero he de reconocer que tengo predilección por los redondos, porque su presentación es mucho más bonita (aunque, para comer, mis favoritos son los calabacines blancos, que habían desaparecido del mapa, y que en los últimos tiempos he vuelto a ver).
No son fáciles de encontrar, aunque últimamente los he conseguido en Lidl y en El Corte Inglés. Siempre que los veo, procuro comprarlos. Para una "rellenadora nata" como yo, siempre es una alegría encontrar estos calabacines.
Necesitan un pelín más de cocción que los calabacines "normales", los alargados, puesto que, por su forma, tarda más en calentarse y cuajar el relleno. Igualmente, la piel es un poco más dura, por lo que, si no nos vamos a comer sólo "lo de dentro", sino el calabacín entero, requerirá un poco más de tiempo de cocción previa o en el horno. En el caso de que los vayamos a congelar, de todas formas, recomiendo cocerlos menos: el calabacín contiene mucha agua y, al descongelarlo, es posible que quede demasiado blando si lo hemos cocido mucho.
Como ya sabéis los que venís con cierta asiduidad por este blog, soy muy aficionada a rellenar, así que aquí os dejo otras sugerencias de calabacines rellenos: de carne, de atún, o de jamón. 

Y entramos ya en la receta:

INGREDIENTES:

(Para 4 personas)
4 calabacines redondos.
1 diente de ajo
1 cebolleta, o 1 cebolla dulce pequeña
1 pimiento italiano verde pequeño
8 palitos de s...