Aprovechando estos días de confinamiento, he decidido ir dando un repasito a viejas recetas del blog, que, en su día, prácticamente nadie vio, y que con el tiempo se han ido mejorando y se han ido introduciendo algunos cambios, o probando algún ingrediente nuevo.
De paso, les hago unas fotitos un poco más decentes, porque las del principio eran para llorar, y mucho. Si os queréis reír, pinchad aquí, y veréis qué maravilla, jajajaja.
Quedan muy ricos, así que los pobres merecían una segunda oportunidad.

Esto de "La Segunda Oportunidad" no se refiere a aquel programa de televisión de los años 80, sobre tráfico y seguridad vial, jajajaja. No, supone, simplemente, dar una nueva vida a recetas casi olvidadas, que nadie leyó en su momento, y que merecen la pena. Nos pasa a muchos: cuando empezamos el blog, publicamos algunas de nuestras mejores recetas. Pero entonces apenas teníamos lectores ni seguidores, y éramos regulares (o directamente malos, como yo) haciendo fotos. Y, realmente, es una pena que esas recetas se pierdan en el olvido, o que una mala foto haga que no se tenga en cuenta el buen contenido.
Como todos sabéis, aquí somos mucho de rellenar cosas. Aunque hago rellenos con bechamel, en casa prefieren los que son un poco más ligeritos, cosa que es buena siempre para nuestra salud y nuestra línea, pero, especialmente, en estos tiempos de confinamiento, en los que mucha gente se mueve menos y hace menos ejercicio.
Y estos calabacines...